En Córdoba, las futbolistas enfrentan a la Liga: contra el límite de edad y por el derecho a jugar
04 de marzo de 2021
Si la estadounidense Megan Rapinoe quisiera jugar en la Liga cordobesa de fútbol podría hacerlo sólo hasta el 5 julio de este año, cuando cumpla los 36 y entonces se encuentre con un paredón reglamentario: el del límite de edad. Las autoridades anunciaron que para la vuelta del campeonato -programada para este 13 de marzo- impondrá un régimen específico: podrán participar futbolistas hasta 27 años (el límite antes era hasta 32) y cada equipo podrá contar con cuatro hasta 30 años, dos con hasta 33 y una hasta 35 años. La medida generó polémicas en la provincia. Las jugadoras de los equipos, más las socias e hinchas de los clubes, se movilizaron para que este reglamento dé marcha atrás. Asistieron a la sede de la Liga con una bandera que pide por un derecho: “Queremos jugar al fútbol”.
¿Por qué la restricción? La tensión entre la Liga y las futbolistas viene de hace tiempo. Antes del cambio de reglamentación, el mínimo de edad era 14 y el máximo 41. Hasta que empezaron los cambios. La Liga le quitó la obligatoriedad a los clubes de tener fútbol femenino, lo que decantó en una merma en la cantidad de clubes en la competición. También le dio de baja al torneo de Reserva. El argumento, enumeran los dirigentes, es “la igualdad que reclaman ellas”. Los varones también tienen un límite de edad y también empezaron a reclamar por quitarlo.
“En el femenino todavía no está la rentabilidad económica porque está en pleno desarrollo -dice Paula Valdiviezo, jugadora del club Juniors-. Lo que están haciendo es machismo. Es adoctrinarnos. Es como si nos preguntaran provocadoramente: ‘¿Ustedes querían igualdad? Ahí la tienen’. Llevan todo a una guerra de géneros sin sentido y ellos no quieren perder esta pulseada”.
Valdiviezo es defensora central y está cerca de cumplir 33 años. En Juniors, su club, hay 12 futbolistas que se verían afectadas por la restricción. Ella y otras tantas futbolistas se movilizaron a la puerta de la sede de la Liga para intentar conseguir una reunión. No lo lograron. En Córdoba, se nuclean bajo el nombre de Futboleras Organizadas.
“El año pasado empezamos a juntarnos las capitanas y referentes de los clubes, nos cruzamos con Futboleras Organizadas y empezamos a trabajar en conjunto. Hicimos charlas, foros, reuniones con el Ministerio de la Mujer, con el INADI, con la Agencia Córdoba Deportes, con legisladoras. Se aprobó la Ley Micaela para los clubes en la provincia. Se declaró el Día de las Futbolistas también. Y ahora insisten con esto. El nivel de misoginia es terrible. Ojalá podamos dar un ejemplo de diálogo entre dirigencia y jugadoras. Pareciera que no quieren perder la pulseada por machismo”, dice la defensora.
En los clubes hay preocupación. Peñarol tiene 13 futbolistas que se verían afectadas. Parque, 11. Huracán, 12. Talleres, 8. Belgrano, el último campeón, 15.
“Mi zaga defensiva es de más de 27 años”, dice Daniela Díaz, la directora técnica del Pirata, una entrenadora que estructura sus equipos -como casi todos en el fútbol- con una mezcla de experiencia y juventud: “Es una pena tener que elegir. Tengo jugadoras que tienen ocho o diez años en el club y pelearon para disfrutar este momento histórico en el que el femenino crece. ¿No van a jugar más? ¿Por un reglamento que no tiene coherencia ni sentido?”.
Desde la Liga, el presidente Alejandro Fernández expresó que no quiere que compitan futbolistas de 15 años contra otras de más de 30. Díaz propone una solución: “Yo coincido en eso, pero en cuanto haya otra competencia no sucederá. Tengamos entonces una Reserva sub 18, ahí está el desarrollo; y no eliminando a las de 27, que yo las tengo en su mejor momento deportivo”.
La regla que todavía no se aprobó implicará que de las futbolistas de entre 31 y 35 años, sólo tres podrán firmar planilla y dos coincidir en el campo de juego. En Belgrano Díaz tendrá problemas. Deberá elegir si pone a Romina “La Pepa” Gómez, que tiene 31 y es figura enelfútbol de la provincia, a Maira Aguirre, de 34, una de las capitanas y referentes, o a Mariana "Pomu" Sánchez (32).
Gómez, por caso, fue clave en un amistoso que Belgrano jugó en Buenos Aires el fin de semana pasado. Iba perdiendo 3 a 0 contra San Lorenzo y terminó 4 a 4. La Pepa hizo todos los goles.
“Te sigue demostrando que es una jugadora fundamental -dice Díaz-. Estoy muy positiva pensando que no se lleve a cabo esto porque es una locura. Y además esto tiene efectos psicológicos en las jugadoras. Están preocupadas. Es angustiante, el fútbol nos atraviesa de lleno. Entiendo que la liga es amateur, pero hay jugadoras que no están para retirarse ni quieren irse de Córdoba. ¿Qué les tengo que decir? ¿Que se vayan a ligas menores o recomendarlas a equipos de Buenos Aires? Es lo último que quisiera hacer”.
El clima está rodeado de tensión. En las redes sociales la Liga acusó a las jugadoras de recurrir al “apriete” y a las agresiones “como metodología para imponer ideas”. Escribieron que ellas los insultaron. Las futbolistas insisten en que genera impotencia no obtener respuestas. “Están generando violencia”, dice Valdiviezo. Este martes les iban a dar una fecha para una reunión.
Luciana Zillio tiene 37 años y es la goleadora de Juniors. Es una de las tantas que acude a la puerta de la sede de la Liga para enfrentar la medida del límite de edad. Si los clubes votan a favor del nuevo reglamento se terminará su carrera en el campeonato federado: “No sabés el daño psíquico que te digan que a los 37 no servís más. Me venía sintiendo en mi mejor momento, soy la goleadora de mi club. Cuando fui a entrenar y el cuerpo técnico me dice que me quede en el banco porque van a tener que armar un equipo sin mí… ¿sabés lo que es eso?”, dice.
Zillio juega desde que tiene uso de razón. Empezó con varones, es una histórica de Juniors. Habla y se le nota la mezcla de tristeza e impotencia: “Ahora resulta que tres personas que están a cargo de la Liga disponen de lo que yo puedo dar. Me están retirando. Esto te saca una parte de vos, no tienen idea del daño que generan. Pero vamos a seguir luchando. Por nosotras y sobre todo por las que vienen atrás. Este fútbol injusto no puede seguir así”.
La votación dependerá de los clubes, aunque la Liga ejerce presión. Les tira la pelota a las entidades: les dice que de ahora en más deberán hacerse cargo de las lesiones de las jugadoras mayores de 30. Apretados económicamente, los clubes no pueden afrontar ese gasto (y oponerse al reglamento escrito por la Liga, dicen por lo bajo, puede tener costos altos).
La situación es anómala por donde se la mire. Si por ejemplo algunas jugadoras de Boca, el último campeón del fútbol argentino decidieran jugar en la Liga cordobesa no podrían hacerlo. Andrea Ojeda, multicampeona con el xeneize, máxima goleadora de la historia del club -con más gritos incluso que Martín Palermo- tiene 36. Clarisa Huber también.
Las futbolistas no van a bajar los brazos. Cada vez que van a la puerta de la Liga entonan una canción:
Liga, Liga, Liga, Liga
No te lo decimos más
Si nos quitan la pelota
qué quilombo se va a armar