Gol de Borges


14 de junio de 2023

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por Ariel Scher

Jorge Luis Borges tenía tan bien construido el ejercicio de despotricar contra el deporte que, en 1974, cuando acudió a la Sociedad Argentina de Escritores para hablar en el centenario del nacimiento del gran Macedonio Fernández, confesó que seguía sin comprender cómo era posible que a Macedonio, el crack entre sus cracks, le gustara el boxeo y terminó castigando al fútbol. Es cierto que al fútbol lo nombró en una oración que cabe en su "Evaristo Carriego" y que lo volvió a registrar en su "Historia de Rosendo Juárez", pero después de que lo juntaron con César Luis Menotti se le escapó asumir que no entendía cómo un hombre tan inteligente se dedicara al fútbol. De cualquier modo, nada es tan simbólico en materia de antipatía futbolera como morirse el 14 de junio de 1986, en pleno Mundial que ganarían Maradona y la Argentina.

Paradojas: en el aniversario 37 de ese escritor como ninguno, transcurre en una jornada en la que en todo el mundo hay partidos de fútbol profesional, hay partidos de fútbol aficionado y hay públicos que procuran entender cómo será regresar a los estadios en el transcurso de una pandemia. A Borges eso no le generaría alegría, pero sí, probablemente, comprensión. Después de todo, eso se infiere al leer "El indigno", uno de los cuentos de su libro "El informe de Brodie": "He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola".

Sucede que Borges brilla irresistible, a pesar de tanto pesar futbolero. Al cabo, gente que hizo poesía sobre el césped se rinde delante de su obra. Santiago Solari, por ejemplo, que supo sintetizar esto: "Me gusta el Borges de La Biblioteca de Babel, donde el universo está hecho de palabras y todos los libros tienen su contrario. Me gusta que nos cuestione si nuestra vida pertenece al género real o al fantástico (el fútbol definitivamente pertenece al género fantástico; si no, no reflejaría tan bien la realidad) y que tal vez porque la vida es fantástica es que nos conmueve tanto la literatura fantástica. Me gusta Borges porque decía que la filosofía era una rama de la literatura fantástica aunque todos sepamos que la filosofía es una rama del fútbol".
Golazo, Borges.

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