River fue paciente para un triunfo sin discusión en Rosario


21 de febrero de 2022

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Por Julio Martínez

El último campeón del fútbol argentino venció 2-0 a Newell's con goles de Juanfer Quintero y Robert Rojas

Hace dos semanas, Marcelo Gallardo lanzó la frase que hizo mella en todo River. La derrota contra Unión dolió en el debut de la Copa de la Liga Profesional, pero sirvió como aviso. Y el entrenador señaló que todos los equipos iban a plantearles el mismo partido. El equipo santafesino rindió en plenitud ante un River deslucido y Patronato, el miércoles pasado, tuvo 20 minutos de desgaste total. No aguantó el ritmo y cayó 4-1. Newell's intentó ubicarse a la altura de River. Por momentos lo logró, hasta que el despligue le pasó factura.

River, con paciencia, desenredó un partido que en el partido fue parejo y complicado. El equipo rosarino mordió todas y no dejó jugar a Enzo Pérez. Al Millonario le costó el pase directo, estuvo errático y Julián Álvarez quedó desconectado. De todas maneras, River no se entregó al rudeza de Newell's en la marca y buscó espacios.

Enzo Fernández mejoró la precisión de los pases, fue más punzante y allí se vio lo mejor de River en la primera parte. Un intento fallido de Álvarez cayó en los pies de Santiago Simón y el espigado volante sacó un remate que dio en el palo. Poco después, un cabezazo de Enzo Fernández rozó el segundo palo tras la ejecución de una pelota parada. No mucho más, mientras Newell's inquietó poco a Franco Armani, preocupado más por la pelea que la creación de juego.

La salida de David Martínez por la lesión en la rodilla generó el ingreso de Jonatan Maidana, quien ocupó el lugar de "2" y dejó a Leandro González Pírez de "6". La dupla no desentonó y respondió las pocas veces que fue exigida, con una gran prestancia del ex jugador del Atlanta United de Estados Unidos.

Para el segundo tiempo, Gallardo metió la mano en el cofre y sacó la llave para abrir el partido: Juan Fernando Quintero. El colombiano sustituyó a Tomás Pochettino, quien sintió la aspereza rosarina en la marca, y le cambió la cara a River en ataque.

El primer aviso de River se produjo con el desborde de Elías Gómez para el pase a Enzo Fernández. El ex Defensa y Justicia, con pura clase, abrió el pie derecho para un remate que dio en el palo. De ahí en más, la sociedad Elías Gómez-Esequiel Barco encontró mayor claridad, sumada a la eterna voracidad de Julián Álvarez, quien no da por perdida ninguna pelota.

El próximo delantero del Manchester City de Inglaterra apuró al arquero colombiano Iván Arboleda en la salida con la pelota por segunda vez en la noche. En la primera, el cordobés estuvo a punto de marcar, y en la segunda generó un mal rechazo que cayó en los pies de Quintero. Uno de los héroes de Madrid cosecha 2018, de primera y a media distancia, sacó el zurdazo rasante que tuvo destino de red ante un arco desguarnecido. Gol premium.

A partir de ahí, la resistencia de Newell's se cayó. Como también algunos jugadores. La mala fortuna recayó en Jerónimo Cacciabue y su lesión con pocos minutos en cancha en reemplazo del siempre polémico Pablo Pérez. Luego, el experimentado Leonel Vangioni sufrió un tirón, pero no dejó la cancha porque Javier Sanguinetti ya había realizado todos los cambios.

Arboleda padeció el segundo gran error de la noche cuando ofreció escasa resistencia al remate cruzado del paraguayo Rojas. La jugada previa exhibió el sello River, a puro toque, pero la endeble respuesta del arquero fue gran responsable del 2-0 a los 30 minutos del segundo tiempo. Partido liquidado. River controló las acciones hasta el final, mientras la gente de Newell's silbó a Arboleda cada vez que tocó la pelota.

"Debemos asumir que los rivales nos van a jugar así", dijo Gallardo post derrota con Unión, el cachetazo a tiempo. Por lo visto, River aprendió la lección. En cada partido toma confianza y demuestra porqué es el mejor del país. Es difícil doblegarlo y tiene su costo. Sino pregúntele a Newell's.

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