San Lorenzo y Huracán no pasaron del empate sin goles hoy en el Nuevo Gasómetro en un clásico deslucido, de pocas ideas y de excesiva precaución a la hora de jugar.

El Ciclón venía de un gran triunfo en Córdoba con el 1-0 ante Talleres y alimentó su ilusión con la idea de repetir ese nivel ante el rival de toda la vida que a pesar del traspié con Godoy Cruz en su casa, llegaba con algo de ventaja para poner fin a la racha de 21 años sin ganar en el Bajo Flores.

A los dos les faltó audacia. La sensación es que hubo demasiados cuidados, por temor a perder. San Lorenzo sufrió la escasa presencia de Ricardo Centurión y Huracán estuvo inconexo en sus líneas en busca de una chance real de gol con los uruguayos Candia y Cóccaro.

Centurión estuvo cerca de abrir el marcador tras una buena jugada de Martegani y resultó la única acción destacable de la primera parte.

Lo mejor de un partido chato se produjo recién en los últimos diez minutos del segundo tiempo. Huracán, como pudo, llegó al área e inquietó a Sebastián Torrico a través de Cóccaro. El arquero de San Lorenzo intervino después, con los pies, ante un remate de Candia y salvó al Ciclón. Estos arrebatos del Globo y una gran tapada de Marcos Díaz ante Leguizamón en tiempo cumplido, tras un pase filtrado de Ortigoza, fueron lo más entretenido de un clásico aburrido y mal jugado para el empate 50 entre ambos.

En la próxima fecha, San Lorenzo recibirá a Atlético Tucumán y Huracán visitará a Central Córdoba de Santiago del Estero.