“Dénme la 10”: Lautaro Martínez, de Bahía Blanca a campeón de Italia


07 de mayo de 2021

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por Roberto Parrottino

Socio de Lukaku, ambos son los gladiadores del gol, bastiones de un campeonato histórico del Inter.

La última vez que el Inter había ganado el Scudetto, Lautaro Martínez tenía el pelo largo y rubión, jugaba al básquet y al fútbol -de lateral derecho-, y seguía por las canchas de la Liga del Sur a Mario, su padre, entonces zaguero ya veterano de San Francisco Sporting. En 2010, Lautaro vivía en Bahía Blanca. Tenía 12 años. En la temporada 2009/2010, con Walter Samuel, Javier Zanetti, Esteban Cambiasso y Diego Milito, Inter había conquistado la Serie A (y la Champions). Ahora, con cuatro fechas de anticipación, y después de nueve títulos consecutivos de la Juventus, el Inter rompió la hegemonía en Italia. Desde hace dos temporadas, Lautaro es el único argentino en el Inter.

Este Inter campeón tampoco es el Inter de Lautaro Martínez. Por rendimiento y peso específico, puede que sea más el Inter de Romelu Lukaku. Pero ni siquiera. Es el triunfo de un Inter sólido, trabado, de poco riesgo. Para Lautaro, eso sí, es el Inter con el que logró su primer título como futbolista profesional, un signo de su asentamiento europeo. Como cada vez menos futbolistas argentinos, Lautaro llegó preparado para jugar en una de las cinco ligas top de Europa, aunque en su primera temporada anotó apenas 9 goles en 35 partidos (17 de titular).

Desde la temporada pasada, ya sin Mauro Icardi, Lautaro encontró, sin embargo, un par de cómplices. Uno adentro de la cancha (el belga Lukaku) y el otro afuera (el entrenador italiano Antonio Conte). En la actual Serie A, Lukaku (21 goles, 10 asistencias) y Lautaro (15 goles, 5 asistencias) intervinieron en 51 de los 74 goles del Inter. Es decir, en el 69%. Sus números superaron a la dupla que hace once años conformaron Milito y el camerunés Samuel Eto'o. “Lautaro está creciendo como jugador -reconoció Lukaku, que potenció al argentino-. Estoy feliz de jugar y crecer también a su lado. Espero seguir con él”.

“Son dos jugadores muy distintos, incluso físicamente, que se complementan muy bien. Lukaku ha roto las defensas contrarias, y Lautaro tiene lo que le falta a Lukaku: tiro desde afuera del área, juego posicional, el estar un poco alejado del balón”, dice Enric González, periodista español, hincha del Inter, autor del hermoso libro de crónicas Historias del calcio. “Aún en un fútbol italiano devaluado, las defensas son feroces, y Lautaro ha crecido bastante. Está -agrega Enric González- en el momento en el que se definen los buenos futbolistas. Ahora es indiscutible, más regular, menos precipitado. Si mantiene esta progresión, está para ser una estrella del Inter o de cualquier equipo”.

Lautaro Martínez debutó a los 17 años en Primera División. Reemplazó a un ídolo de Racing y de Inter: Diego Milito. En febrero de 2018, cuando marcó por primera vez tres goles en un partido, ante Huracán en el Cilindro de Avellaneda, desde el palco dirigencial lo miraban Milito, entonces director deportivo de Racing, y Javier Zanetti, vicepresidente del Inter. Lo había venido a ver junto a otros emisarios del club italiano. En la cena, con la transferencia casi cerrada -25 millones de euros, la más cara en la historia de Racing-, le preguntaron qué número de camiseta quería usar. “¿La 10 está libre?”, preguntó. “Sí, pero mejor ir despacio, ¿no?”, le respondieron. “Dénme la 10”, pidió Lautaro Martínez, hoy el Nº 10 del Inter campeón del fútbol italiano.

Cuando camina con cara de dormido por la ciudad deportiva del Inter en Appiano Gentile, la mayoría ya sabe por qué: se suele quedar despierto para ver a Racing en la madrugada de Milán. Aunque ahora sumó otro motivo: el 1 de febrero nació Nina Martínez, hija de Lautaro y Agustina Gandolfo, su pareja, con quien resguarda su intimidad. En las prácticas, el entrenador Conte le exige que adentro de la cancha sea “más malo, más letal”. “Le toca a él decidir -dijo Conte- si quiere convertirse en un jugador top o si quiere quedarse como uno de nivel medio”. Lautaro, de 23 años, tiene contrato con el Inter hasta 2023. Estuvo, reconoció esta semana, muy cerca de jugar en el Barcelona.

“Con Conte, Lautaro juega un calcio de ocupación, de cierto tiempo de descarga, de movimientos sin pelota muy codificados -dice Micaela Acevedo, periodista argentina que trabaja en los medios oficiales del Inter-. Con Luciano Spalletti, en su primer año, quizá no reconocía ese mundo diverso. Pero poco a poco se adaptó, y mantuvo la picardía clásica de vender faltas, de sacar ventajas en el cuerpo a cuerpo, de desmarques a los espacios reducidos. Y además es un jugador muy inteligente que se entiende muy bien en campo con los compañeros, como lo hizo con Bou en Racing. Puede crecer todavía, quizá si ofrece mayor continuidad de prestaciones, de incidencias”.

Si en el Inter su socio es Lukaku, en la selección argentina es el protegido de Lionel Messi, que se siente cómodo con él en el ataque. La independencia de Messi en la selección renovada por Lionel Scaloni hizo que Lautaro asumiera otro rol: es el goleador del ciclo Scaloni (11 goles en 21 partidos), con Messi (5) y el Kun Agüero (3) por detrás. “Inter no se equivocó cuando fue a buscar a un chico de 20 años: el techo de Lautaro Martínez ni siquiera está a la vista”, le dijo Zanetti al diario La Nación. Como cuando jugaba en Racing, después de cada partido, Lautaro pide rápidamente los videos y analiza su juego con obsesión. Serio y disciplinado, sabe que en los detalles está la diferencia. O, directamente, que sólo los detalles son interesantes.
 

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