El Gran Capitán


12 de junio de 2021

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Por Julio Martínez

Simon Kjaer, junto con los médicos del cuerpo técnico, resultó decisivo en el auxilio de Christian Eriksen quien sufrió un paro respiratorio

Simon Kjaer lideró el grupo de futbolistas daneses que salieron al Parken Stadium de Copenhague para el debut en la Eurocopa frente a Finlandia. Cabeza erguida y brazalete de capitán a paso firme. 

Kjaer tuvo una temporada destacada en Milan de Italia. El gigante italiano retornó a los primeros planos y si bien no le alcanzó para pelear el título hasta el final, mejoró su imagen y se clasificó para la próxima Liga de Campeones de Europa. El central danés aportó solidez a la última zaga bajo la confianza del entrenador Stefano Pioli.

"Mi historia es sencilla, necesito confianza: siempre he respondido cuando me han dado continuidad", expresó Kjaer quien venía de una mala experiencia en Sevilla de España que también lo había cedido al Atalanta de Italia.

El fútbol de Europa lo conoce como uno de los mejores centrales. Milan sabe de qué se trata y el seleccionado danés igual. El nivel exhibido en tierra italiana se mantuvo cada vez que defendió los colores de su país.

El mundo, ya no solo el fútbol, lo conoció hoy como el Gran Capitán. Kjaer estaba metido en el partido hasta el minuto 42 del primer tiempo. Ese fue el instante en que Eriksen recibió un pase de lateral que dio en la rodilla cuando su coordinación ya no respondía. Una caída fulminante que paralizó a todo el estadio, menos al capitán de Dinamarca.

La lucidez de Kjaer se adelantó a todos. De inmediato acudió a la posición de su compañero, tirado boca abajo, y llegó primero. Su acción incial permitió que Eriksen no se tragara la lengua y acto siguiente lo colocó en la posición que recomiendan especialistas en este tipo de situaciones. Eriksen estaba inconsciente con los ojos abiertos de par en par.

El número "4" de Dinamarca solicitó en ese instante el ingreso de los médicos que el árbitro asintió sin dudar. Los brazos arriba y las manos en movimiento de los futbolistas de Dinamarca y Finlandia marcaron el cuadro de situación: desesperación. El Gran Capitán danés continuó allí hasta que los médicos arribaron.

Está claro que Kjaer sabía qué estaba haciendo cuando metió los dedos en la boca de Eriken y puso su cuerpo en posición lateral ¿Los jugadores están preparados para estas emergencias o lo de Kjaer fue un milagro de la vida? 

Acto seguido, Kjaer ordenó a sus compañeros una especie de cerco sobre la atención médica de Eriksen. No había nada para ver. Solo esperar que los facultativos hiciesen su trabajo y que Eriksen respondiese a los intentos de reanimación. 

La pareja de Eriksen, Sabrina Kvist Jensen, no dudó en ingresar a la cancha para estar con él. Entró en shock. Kjaer, todavía calmo y sereno a pesar de un momento extremadamente delicado, acudió a ella, quebrada en llanto, y la consoló. Un abrazo contenedor. La mirada serena. Palabras justas. El aquero Kasper Schmeichel completó la escena. 

Eriksen recuperó el conocimiento en su traslado al hospital. Una foto dio la vuelta al mundo y descomprimió la preocupación. El volante del Inter de Italia recuperó el habla y el partido se reanudó horas después. Kjaer, el Gran Capitán, ya había jugado un partido inolvidable, el mejor de toda su vida. 

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