Viajes interminables, hoteles, comida chatarra y una larga lista de nombres tachados describen la triste vida de Stanley Sugerman (Adam Sandler), un ex jugador de básquetbol devenido en cazatalentos frustrado de la NBA. Viviendo a destiempo y en busca de una promesa que no llega, Stanley recorre el mundo atravesando una desilusión tras otra, mientras intenta encontrar una nueva estrella para el equipo. Así se presenta Garra (Hustle, 2022), la película de Netflix que muestra una visión emotiva y desafiante del deporte. 

Producida por LeBron James y dirigida por Jeremiah Zagar, Garra nos sumerge en un ambiente donde priman el sacrificio, la actitud y la superación. Stanley Sugerman aspira al puesto de entrenador asistente del equipo Philadelphia 76ers, cargo que consigue de manera efímera, ya que, con la muerte del dueño del equipo, su hijo asciende y lo obliga a volver a recorrer el mundo en la búsqueda de nuevos talentos. La oportunidad de quietud y estabilidad se desvanecen, generando un quiebre en Sugerman, quien cumple su trabajo y viaja desganado a su próximo destino, sin saber que allí encontraría una nueva motivación: Bo Cruz, un albañil empobrecido con un talento innato para el basquetbol, interpretado por Juancho Hernangomez, jugador perteneciente a la NBA en la vida real. 

Junto a Juancho Hernangomez, en la película aparecen más celebridades del basquetbol, aunque sin intención de acaparar la atención del público, ya que sus presencias no alteran ni el ritmo ni la trama del film, sino que ayudan a instalar la imagen de Stanley Sugerman como miembro importante de la NBA. Shaquille O´Neal, Dirk Nowitzki, Tobias Harris, Seth Curry, Luka Doncic, Aaron Gordon y Charles Barkley, son algunos de las estrellas que participan de la película. 

Garra presenta un ritmo absorbente que, si bien no escapa de algunos lugares comunes del cine deportivo (como, por ejemplo, la imagen de profesor y alumno a lo Rocky), se destaca por la agilidad del relato. Esta es una película sobre dos fanáticos frustrados del basquetbol que quieren cambiar su vida y harán lo que esté a su alcance para hacerlo. Lo interesante radica en la manera de mostrar este camino. 

Las frases motivadoras y los mensajes de superación personal se ven acompañadas por escenas emocionantes de entrenamientos exhaustivos, donde -si bien tienen el fin de preparar a Bo Cruz para jugar en un partido de exhibición y así lograr ser fichado- el sueño que motiva todo este trabajo es el de alcanzar la vida que ambos desean, más allá del partido que viene. 

Ahora bien, como mencioné anteriormente, la película no escapa de los clichés del cine deportivo, haciendo mayor hincapié en la idea del mérito. La historia del jugador que viene de barrios bajos, con una situación familiar complicada y un pasado que le pesa, son algunos de los recursos a los que acude el film para explayar la idea de que con trabajo, sudor y esfuerzo pueden llegar a cumplirse las metas propuestas, idea válida para algunos, pero limitante en ciertos aspectos. 

Las oportunidades no siempre son iguales, por lo que la idea del éxito no puede radicar siempre en el mérito de una persona, ni la sociedad puede dividirse tan livianamente entre ganadores y perdedores, siendo estos últimos los creadores de su desgracia por no poner el suficiente esfuerzo en ganar la vida que desean, idea sustentada en la ignorancia de la situación socioeconómica de cada individuo. 

Tomando Garra como ejemplo, podríamos decir que, si el cazatalentos de la NBA, Stanley Sugerman, no encontraba a Bo Cruz en un partido callejero en un pequeño pueblo de España, este -sin su apoyo- difícilmente hubiera podido llegar siquiera a un partido de exhibición. 

Estrenada en junio de este año, Garra es una película ideal para los fanáticos del basquetbol, pero también para los interesados en la carrera de Adam Sandler, quien muestra -en el film- su lado actoral más dramático, recordándonos sus trabajos en Punch drunk love (2002) y Uncut Gems (2019).