Rubén Magnano, el destacado entrenador que llevó a la selección argentina de básquetbol a la gloria olímpica en Atenas 2004, ha anunciado su retiro después de treinta años de una carrera deportiva prolífica y exitosa. A sus 69 años, Magnano aclara que su adiós es a “la dirección técnica, no al básquetbol”.

El estratega cordobés, recientemente al frente de la selección uruguaya, ha tomado una decisión irrevocable. “Hoy no es negociable”, enfatiza, y agrega: “Y sé que si dirijo voy a tener menos tiempo para mí y mi familia. Entonces es un poco por eso esta decisión”. Magnano busca una etapa sin distracciones, como lo expresó en FM 97.9, una emisora de Córdoba.

Su reflexión sobre el retiro comenzó en febrero, tras la no clasificación de Uruguay al Mundial. Sobre no haber vuelto a dirigir a Argentina, Magnano revela: “nunca lo entendí, nunca me llamaron”. Su legado incluye la dirección del equipo de la Generación Dorada, con estrellas como Emanuel Ginóbili y Luis Scola, que no solo ganó en Atenas sino que también venció a Estados Unidos en semifinales.

Magnano también llevó a Argentina al segundo lugar en el Mundial 2002 y logró títulos en el Sudamericano y el Panamericano Sub-21, así como en el Sudamericano y el FIBA Américas con la selección mayor en 2001. En clubes, su trayectoria incluye éxitos con Atenas de Córdoba, Boca, y equipos en Italia, España, Brasil y Uruguay.

Reconocido como entrenador del año en la Liga Nacional 1999/2000, ganador del Premio Konex de platino en 2010 y miembro del Salón de la Fama de la FIBA desde 2021, Magnano cierra un capítulo impresionante en la historia del básquetbol.