Este miércoles, un grupo de hinchas y socios de Newell’s Old Boys decidió tomar las instalaciones del club, ubicadas en el estadio Coloso Marcelo Bielsa, como medida de presión para exigir la renuncia del presidente Ignacio Astore. Esta acción surge en el marco de una crisis tanto deportiva como institucional que atraviesa el club rosarino.

Una crisis institucional que desbordó los ánimos

Desde hace tiempo, la gestión de Astore está siendo cuestionada por los socios y los hinchas, quienes se sienten defraudados por la falta de resultados en el ámbito deportivo y por los problemas internos que aquejan a la institución. La gota que colmó el vaso fue la promesa incumplida por parte del presidente de convocar a elecciones en los meses de agosto o septiembre de este año.

Astore había prometido que las elecciones serían adelantadas, pero, tras varios intentos de eludir el tema, finalmente decidió reunirse con las agrupaciones opositoras para discutir un proceso electoral más cercano. Sin embargo, los hinchas no se sienten conformes con esta respuesta y decidieron tomar las instalaciones del club en busca de su renuncia inmediata.

? #Newells A esta hora sigue tomado el interior del club.
Aproximadamente 100 hinchas están adentro pidiéndole la renuncia a Astore que sigue en las oficinas del club. pic.twitter.com/yWvTh3f8Db

— Fernando Carrafiello (@carrafiellofer) February 26, 2025

Tensiones y disturbios en las inmediaciones del estadio

La situación se tornó más tensa en las horas previas a la madrugada, cuando alrededor de 50 simpatizantes llegaron a las instalaciones del club para manifestarse. A medida que avanzaba el día, el número de personas disminuyó, pero aún quedaban alrededor de 25 socios e hinchas en las inmediaciones, ejerciendo presión para que Astore dimitiera.

El clima se volvió más convulsionado con el paso de las horas, lo que llevó a la policía a intervenir con un operativo antitumulto en los alrededores del estadio. Los agentes reprimieron la protesta con balas de goma, lo que aumentó la tensión entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Cortes de acceso y vigilancia policial

Además de la toma del club, los hinchas y socios cortaron los accesos a las calles aledañas, dificultando el paso de vehículos y personas en las cercanías de la institución. La Policía se mantuvo vigilante en todo momento, monitoreando la situación para evitar mayores conflictos.