Italia ganó por dos a uno ante Bélgica este viernes, por los cuartos de final de la Eurocopa. Lleva 32 partidos sin perder. Casi de movida se puso 0-2 gracias a los tantos de Barella e Insigne.

En el primero de ellos, Barella dribleó entre varios adversarios -luego de errores defensivos- para finalmente sacar un remate a la red en forma cruzada.

En el segundo, con una Bélgica que parecia groggy, Insigne abrió todo su abanico de fútbol, y sacó un derechazo inapelable desde afuera del área grande que se coló casí en el ángulo. Golazo. 

Ante el desconcierto de los Diablos Rojos, y sin tener muy en claro qué hacer, el equipo de Lukaku fue desesperadamente a buscar el empate.

Lo que encontró fue un dudoso penal sobre el final de la etapa inicial -de Di Lorenzo a Doku- que Lukaku cambió por gol, sin problemas.

En la segunda parte el partido se volvió más trabado que jugado, se hizo intenso y con pocas situaciones de gol.

Lo más destacado fue una salvada de Spinazzola ante Lukaku, casi dentro del arco, en la jugada más clara de Bélgica del complemento, y al mismo tiempo, minutos después, la lesión del defensor italiano, quien -tras ir a buscar una pelota sobre un lateral- sintió un dolor que le impidió continuar corriendo y se fue en camilla, llorando,  consecuentemente reemplazado, ante la desazón de la parcialidad italiana.

En el complemento Italia resistió, cerró sus filas, esperó agazapado por un gol de contra que nunca llegó, Gianluigi Donnarumma fue cuasi inexpugnable, mientras que Bélgica nunca supo cómo trasásar la resistencia azzurra.

Ahora, Italia estará en semifinales el próximo martes, en Wembley, nada menos que ante España.