Los secretos del Colón de Eduardo Domínguez


02 de abril de 2021

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por Franco Marozzi

Tras siete fechas el conjunto santafesino acumula 19 puntos de 21 posibles, siendo el equipo más goleador y el que menos tantos recibió.

Colón de Santa Fe suma seis triunfos y un empate con 15 goles a favor y 2 en contra en la actual Copa de la Liga Profesional de Fútbol. El equipo dirigido por Eduardo Domínguez es el puntero indiscutido de la Zona A. 

¿Cómo se para Colón tácticamente? El conjunto dirigido por Eduardo Domínguez forma con un 5-3-2, con tres centrales y dos carrileros largos, un volante central, dos interiores y dos delanteros. 

Respecto al inicio del torneo, el entrenador del conjunto santafesino decidió meter mano en el equipo pese a las victorias conseguidas, ingresando Alexis Castro -después de un par de buenos reemplazos desde el banco- por Santiago Pierotti, y Rafael Delgado por el ex Temperley Gonzalo Escobar, con un esquema que ahora se asemeja más a un 5-2-3. 

El ex Tigre y San Lorenzo de Almagro tiene más profundidad y llegada al área rival que el juvenil canterano. Mientras que Delgado, ocupa la posición de stopper por izquierda, para que Piovi –que inicialmente arrancó en esa posición- pase a ser el carrilero por izquierda. 

Colón, a la hora de iniciar el juego desde su arco, logra una superioridad numérica al contar con 3 centrales, lo que posibilita que alguno de ellos conduzca hacia adelante logrando liberar a uno de sus compañeros, para encontrar un primer pase o lograr un cambio frente.

El conjunto santafesino no es un equipo muy propositivo que busque elaborar demasiado en fase inicial. No hace culto de la posesión de la pelota, ni tiene un gran porcentaje de precisión a la hora de desprenderse del balón. 

Sin embargo está dentro de los equipos que más rematan al arco, intentando ser directo y buscando permanentemente atacar por los laterales. 

La importancia de los carrileros en este equipo es fundamental, ya que por lo general se obliga a correr mucho a los extremos rivales para atrás. Por la cuarta fecha, frente a Aldosivi, fue Javier Iritier –extremo- quien cometió el penal que “Pulga” cambiaría por gol. Una situación parecida se produjo en el primer gol frente a Estudiantes en la Plata, cuando Ángel González cometía un foul en las puertas del área que, nuevamente Rodríguez canjearía por gol.

La presión que ejerce es otra de las claves de Colón. Domínguez busca que Nicolás Leguizamón -quien será reemplazado por Wilson Morelo para el partido frente a Argentinos Juniors- encime al volante central rival, siendo Rodríguez y Castro los encargos de presionar a los centrales.

La presión busca que el rival tenga que encontrar a los laterales, basculando hacia el sector donde se encuentra la pelota, con el carrilero saltando al lateral rival y el resto del equipo cerrando línea de pase por dentro.

El momento del rojinegro se explica a través del buen nivel tanto individual como colectivo. En la defensa, Paolo Goltz, un viejo conocido del entrenador, logró imponerse como el líder de la línea baja del fondo. 

En la mitad de la cancha, el todoterreno Rodrigo Aliendro confirma su buen momento en cada uno de los partidos. Colaborando mucho sin la pelota, haciendo un trabajo silencioso, pero no por eso menos importante.

Por último, el “Pulga” Luis Miguel Rodríguez, termina de conformar la columna vertebral de este equipo. El tucumano sin intervenir demasiado el juego es trascendente y aporta un diferencial, acumulando 5 goles en el actual certamen. 

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