Por qué es «imposible» marcar a Messi y otras frases destacadas de Néstor Ortigoza


08 de abril de 2021

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por Octavio Petrich

El ídolo de San Lorenzo enfrentó a Messi, Neymar, Cristiano Ronaldo y a su referente Riquelme. La intimidad de Ortigoza, uno de los futbolistas más emblemáticos de los últimos años en el fútbol argentino; revela todo en este mano a mano con Interior Futbolero para TNT Sports.

En la tarde de Río Cuarto, cae el sol y bajo la platea de Estudiantes aparece con mate en mano y acompañado de mamá Mirta (Tucumana, 59 años) y papá Oscar (de Asunción, 66 años), Néstor Ortigoza. En el ambiente del fútbol es “Orti”, “Negro” o “Gordo”, pero para la familia es Jony. Ortigoza no dice que juega al fútbol, dice que juega «a la pelota»; habla de una manera muy simple, tanto como su forma de jugar en una cancha.

Sus frases más destacadas:

«Siempre disfruté el fútbol, pero hoy con 36 años lo entiendo más. En Estudiantes de Río Cuarto estoy contento porque me siento querido y valorado, que no es poca cosa. Me llamó el presidente Alicio Dagatti y me convenció. No estoy acá por la tranquilidad, vine por desafíos”.

“A fin de año me retiro del fútbol. Hasta acá llegué, hoy me siento vigente, me entreno y cuando juego me siento bien. No me gusta perder ni en un reducido, pero quiero dejar yo al fútbol y no que el fútbol me deje a mí”.

Son tres hermanos varones, Gustavo, Néstor y Ariel, en ese orden: «cuando llovía jugábamos a la pelota dentro de la casa y rompíamos todo, ahí mi mamá pegaba un par de gritos. De pibe era terrible, me retaban, se deba vuelta mi mamá y volvía a hacer las mismas macanas».

“Llevaba a mi hermano más chico a la escuela, volvía y le decía a mi mamá que mi maestra no había ido para irme a jugar a la pelota”.

“Mi infancia fue muy linda, recuerdo todo de esa época, vivía en Loma Grande, un barrio humilde de Merlo, lleno de chicos, jugabamos a las bolitas y a la pelota en la calle”.

“Mi papá es marroquinero y mi mamá ama de casa. Mi papá nos bancaba a todos, nunca tuve la responsabilidad de ayudar en casa, pero cuando yo ganaba una plata haciendo changas colaboraba en casa. Soy inquieto, iba a vender latas arriba de los trenes, ¡hay que vender ahí eh!, también me ganaba mis pesos en campeonato de penales”.

“Mis amigos del barrio son laburantes, trabajan como obreros en la construcción y otro amigo tiene un grupo de cumbia”.

“A los 9 años llegué a Argentinos Juniors. Te enseñan a jugar a la pelota y a respetar, a cumplir horarios, a valorar, te marcan un estilo de vida”.

«Si no hubiese sido futbolista profesional hubiese jugado toda mi vida en el potrero, ahí también se gana Plata”.

«No me veía nunca trabajando en una fábrica o en otro lado. Lo mío era el fútbol. Una vez la maestra me dijo, ‘Néstor estás poniendo todos los huevos en una sola canasta’, y yo le dije ‘los voy a seguir poniendo hasta que se rompan’”.

“Mi tío Manuel jugaba partidos y campeonatos de penales por plata y yo lo seguía. Un día me metió de 4 para que no me peguen, ese campeonato lo ganamos y yo definí el penal decisivo. La canchas en el potrero estaban llenas de gente alrededor, estaba nervioso, me acuerdo que fue en Moreno, gané mucha plata. Ahí me encantó jugar y ganar plata y no paré más. Yo pateaba y atajaba para no repartir la plata ganada».

«El potrero fue mi facultad, jugábamos de 9 de la noche a 6 de la mañana. Era algo sano, mi mamá se llevaba el termo de mates y me iba a ver. Le gustaba ir porque yo ganaba».

“Mi sueño de chico era jugar a la pelota. Mi papá andaba en bici 20 kilómetros y yo lo seguía corriendo, así y subiendo y bajando los puentes de la autopista , es como me entrenaba de chico”.

«En una época que jugaba de 8 tuve un bache y quise dejar. Fue en Argentinos. No me ponían y mi papá me dijo ‘Negro ahora no me aflojes’. Ahí es fundamental la familia».

«Hay pibes en el barrio que la rompen pero no tienen apoyo ni contención familiar. A veces hacés la más fácil que es irte de joda».

«Mirando para atrás no me arrepiento de nada. No me quedó la espina por no haber jugado en Europa. Si entraba a la cancha y no estaba mi familia en la platea ¿qué sentido tenía? Tuve oportunidades de ir a Europa pero no lo iba a disfrutar. Cuando jugué en Arabia porque fui para hacer una diferencia económica me pasó que corría, miraba a la tribuna y como no estaba mi familia se me iban las ganas, por eso me volví”.

«Mi idea es estar ligado a San Lorenzo. Me encantaría, pero esas cosas se tienen que dar. Me estoy preparando, hice el curso para ser técnico, pero no me gustaría llegar por lo que logré. Me gustaría ganar cosas importantes e ir por todo».

Sobre los DTs que lo marcaron: “cada uno tiene su librito. Me gustan los tecnicos que se entregan al grupo, no solamente a los 11 que juegan.» El Bichi Borghi es un fenómeno por donde lo mires”.

«Ramón Díaz fue el que se la se la jugó por mí. Voy a estar agradecido toda la vida».

«Ramón me dijo ‘yo te quiero acá en San Lorenzo pero mirá que el ambiente está áspero’, y ahí Ramón me preguntó si cuando erraba un pase me escondía o la pedía de vuelta.“No Ramón yo no me escondo, yo la pido, llevame’, le dije. En esa época me quisieron Boca y River, pero de San Lorenzo me enamoré. El sentimiento es mutuo, como los hinchas me quieren a mi yo los quiero a ellos».

“Dos días antes de quedar libre en San Lorenzo me vinieron a buscar del América de México con una oferta a la que era imposible decirle que no y el Patón me pidió que me quede a jugar la Libertadores”.

«Cuando era chico quería jugar para la selección argentina, pero por parte de mi papá toda mi familia es paraguaya y cuando se dio la oportunidad no lo dudé. Me había citado Maradona a la selección local pero por el triple empate entre Tigre, San Lorenzo y Boca se suspendieron los entrenamientos”.

Palabras de su papá Oscar

«Me hubiera gustado que mi hijo jugara para la Selección Argentina, que es su país. Pero no le iban a dar la oportinidad de pelear un puesto. Los que estaban eran unos monstruos y no los podía sacar nadie. Pero si le daban una chance para pelear el puesto de igual a igual yo estoy seguro de que les iba a sacar el puesto, el tema es que no le iban a dar esa oportunidad», sostiene papá Oscar, hincha de Independiente a quien su hijo le cumplió el sueño de conocer a Bochini.

Néstor Ortigoza: «Ramón me dirigió poco en San Lorenzo, me hubiera gustado que me dirigiera más y también me hubiera gustado tener al Tata Martino en un club para aprender de él todos los días. En la selección los tenés poco tiempo».

“Maradona me llamó para convocarme a la Selección y le corté el teléfono. Me dijo ‘Hola Orti soy Diego’, pensé que era una joda y le corté. Pensé que me estaban cargando. Después llamó de vuelta y me dijo que me quería citar a la selección”.

Riquelme, el ídolo al que enfrentó y se hicieron amigos

Su relación con Román: «lo conocí de grande. Es una persona espectacular. Para mí es el mejor porque me marcó en la manera de ver el fútbol. No hay nadie por encima de Riquelme, para mí es el número 1, entre él y cualquiera de los monstruos del fútbol de hoy, lo elijo a Román sin dudar«.

A la hora de describir las cualidades de su juego, agregó: «Es muy inteligente, cómo te gira, como usa las manos, el cuerpo, es fuerte. Tiene claridad para moverse, parando la pelota te deja fuera de la jugada y con un toque más te pone mano a mano con el arquero. Además me gusta su personalidad cuando saca a pasear a los periodistas«.

«Es imposible marcar a Messi»

«Messi es diferente y es imposible marcarlo, parece que lleva un globo atado al pie. No tenés chance porque si lo querés presionar, te saca a pasear y si querés tirar a pegarle terminás chocando con un compañero».

«Cuando marqué a Cristiano Ronaldo para mí era como jugar en el potrero, te mentiría si te digo que lo viví como algo especial, te haría una novela que no sucedió. Lo que sí no podía creer era que iban 30 minutos del primer tiempo y seguía todo peinado, Ah ¡y el perfume que tenía erra terrible! Le dije Cristiano pasá la data».

“Mi hijo Fede me preguntó a qué jugaba cuando era chico y le dije ‘primero a la pelota, segundo a la pelota y tercero a la pelota’ y cuando se estaba yendo, le dije ‘¡ah y cuarto a la pelota!’. El futbol para mí es todo.

 

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