Preocupa el estado de salud del Patón Bauza
24 de agosto de 2022
El ex entrenador del seleccionado argentino de fútbol y dos veces campeón de la Copa Libertadores padece una enfermedad neurodegenerativa que, entre otras cosas, lo mantiene alejado de su profesión de director técnico.
Para los primeros días de junio, Maximiliano Bauza, hijo del ex entrenador del seleccionado argentino de fútbol y dos veces campeón de la Copa Libertadores, Edgardo Bauza, había declarado que su padre "se encuentra muy bien cuidado".
Bauza, de 64 años, padece una enfermedad neurodegenerativa -“demencia temporofrontal”- que, entre otras cosas, lo mantiene alejado de su profesión de director técnico. Maximiliano, que también trabajó con su padre como ayudante de campo, ocupándose de las estadísticas, seguimiento de rivales y edición de videos, había hablado con el programa partidario de San Lorenzo, "La Cicloneta".
?"Mi viejo está pasando un momento de salud delicado. Es una enfermedad neurodegenerativa, no es Alzheimer, sino que tiene otro nombre (demencia temperofrontal), pero quiero aclarar que él está muy bien y, sobre todo, bien cuidado", destacó por entonces.
"Mi padre está contenido, lo estamos cuidando y está viviendo en Quito. Está junto a su pareja y su hijo de 8 años, pero fuera del ruedo del trabajo como entrenador. Nos duele lo que le está pasando, pero debemos aceptarlo y llevarlo hacia delante", había contado.
Para mediados de agosto, los dirigentes de Rosario Central y los ex integrantes del cuerpo técnico inauguraron un busto en homenaje al ex jugador y ex director técnico campeón con el club, en el predio de la ciudad santafesina de Arroyo Seco, situada a 35 kilómetros al sur de Rosario.
"Edgardo Patón Bauza. campeón como jugador y como director técnico. Defensor con más goles en la historia de Rosario Central. Máximo goleador en clásicos", reza la placa de mármol gris situada debajo del busto de bronce del prócer "canalla", que permaneció tapado con una bandera auriazul hasta ser descubierto.
El día de ese homenaje estuvieron presentes Maximiliano, el ex ayudante de campo y ex jugador José "Camello" Di Leo y el ex preparador físico de su cuerpo técnico, Bruno Militano.
En las últimas horas fue el mismo Di Leo quien se mostró acongojado por el estado de salud de Bauza. “Fuimos y somos hermanos, todo lo que le está pasando duele mucho”, reconoció en una profunda entrevista que brindó en Súper Deportivo Radio, programa que se emite por Radio Villa Trinidad.
“Cuando vi el busto del Patón me puse mal, porque él no puede disfrutar y valorar lo que le están haciendo. Me hubiera gustado que esté, pero por su problema tiene que estar tranquilo en su casa. Tuve un día de mucha angustia, tristeza y se me mezclaron muchas cosas. Fuimos y somos hermanos, todo duele mucho”, sostuvo.
??? EDGARDO PATÓN BAUZA
— Rosario Central (@RosarioCentral) August 21, 2022
Campeón como jugador ?
Campeón como DT ?
Defensor con más goles de Central ?
Máximo goleador en clásicos ?#GraciasPaton ?? pic.twitter.com/jLCYdF7y7h
Dijo además que “el Patón está en Quito (Ecuador). Fue y es muy duro lo que está viviendo. Cuando me enteré de su enfermedad, no quería trabajar más. Me pegó tan fuerte que no quería saber más nada, porque cada cosa que hacía como entrenador, me la pasaba pensando en él. Me cuesta mucho no compartir todo eso con él”.
“Uno nunca está preparado para esto. Me duele haber logrado muchísimas cosas y ahora no poder disfrutarlas juntos. Siempre hablábamos de retirarnos juntos y que ibamos a ir a ver todos los Mundiales”, señaló.
Expresó además que “son etapas muy diferentes y duras. Hubo una etapa donde todavía podía hablar. Ahora estamos en una etapa donde es necesario forzarlo a que se acuerde o no. Me pasa que estoy con él, lo visito y termino lastimándome. Es como que se esta forzando todo y no tiene sentido. Es muy difícil”.
“Ya superé esa etapa donde me conoce o no. Solo quiero que esté tranquilo”. “Todo surgió cuando dejó de dirigir. Empieza a decaer cuando dejó Central. Desde lo futbolístico estaba intacto”. “Siempre me preguntaba: ¿hicimos tan bien las cosas para tener lo que nos merecemos?”.
“En enero o febrero voy a ir a Ecuador. Tengo ganas de verlo y no me importa si no me conoce. Quiero verlo como está. Todos los días pienso que todo lo que le pasa es una mentira y vivo con esperanza de que vuelva a ser él. Cada vez que hablo me pongo mal”, dijo Di Leo.
“A mí me da mucha pena acordarme de cuando me decía que él iba a laburar hasta los 68 años y yo hasta los 64. El me decía que lo único que quería era tener su casita, una pileta y un parrillero para comer un asado con los amigos. Me da mucha angustia que yo pueda disfrutar y él no lo pueda hacer. Eso me hace mal, mal. Él no sabe lo que le está pasando y vive otra realidad. A veces digo qué injusticia todo, qué pena”.
“Salimos campeones de América en el Maracaná, ya habíamos dado la vuelta con la Liga. El Patón iba adelante mío en el interminable túnel del Maracaná, yo me venía abrazando solo de la alegría que tenía. De repente veo que se para en la mitad del túnel, se da vuelta, y me dice: ‘Mañana a las 10:00 am, nos juntamos, porque no podemos hacer tantas cagadas juntas en un partido final’ (perdimos 3-1). Yo le dije: ‘Deja de romper las bolas, fuimos campeones de América’. Al día siguiente a las 10 de la mañana estaba esperándome en el bar y yo me había acostado a las 9:30 horas de la mañana. Un hijo de puta, era así. Siempre quería más”.
“Cambiaría no haber ganado nada de lo que ganamos con el Patón y estar dirigiendo la primera D, sin agua y con muchas necesidades, pero con él Patón sano y feliz”.
“Dos veces estuvimos cerca de dirigir a Boca. Una vez estábamos en Liga de Quito, pero teníamos contrato. Bauza con el dueño - Rodrigo Paz- tenía una relación impresionante y arreglábamos todo de palabra. De Boca nos vinieron a buscar, cuando nos faltaban dos meses para terminar el contrato, pero patón priorizo quedarse porque le había dado la palabra. Nos fueron a buscar a Quito. Después, cuando Basile, en su segundo ciclo, estuvo cerca de irse, renunció y los jugadores lo convencieron para quedarse. Estaba Ameal, como Presidente, y Bianchi, como manager. Ahí habíamos arreglado todo de palabra, porque Basile había renunciado, pero nosotros queríamos saber realmente lo que pasaba con el “Coco” para hablar de dinero, porque quedaba mal. Nosotros estábamos listos para agarrar”, concluyó.