"Un rebelde victima de los grilletes del nuevo mundo"


07 de enero de 2022

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por Redacción Relatores

Kusturica opinó sobre el caso de Djokovic.

El director de cine y músico serbio Emir Kusturica opinó hoy que su compatriota Novak Djokovic, retenido desde el miércoles en Australia por no estar vacunado contra el Covid-19, es una víctima de "los grilletes del nuevo mundo".

"La detención de Novak Djokovic, el primero entre los libres, un rebelde víctima de los grilletes del nuevo mundo, que cree en un orden más justo, repite la imagen de la vieja historia policial de la película 'French Connection'", relacionó el cineasta, de 67 años.

Afamado por su documental "Maradona by Kusturica" (2008), el director recuerda que en la citada pieza filmográfica "el policía Popeye detiene a los tipos más famosos de la ciudad para que el resto de los ciudadanos de Marsella entiendan que si es posible arrestar a los rostros más famosos, después de tal evento, naturalmente, todos sienten miedo en los huesos".

"¿No se ha convertido el mundo hace mucho tiempo en una prisión en la que el alambre de púas no es su símbolo más expresivo? Los castigos para quienes no quieren vacunarse, ¿no son solo un paso del gobierno mundial hacia la realización de la idea de la dominación planetaria y encarcelamiento digital?", planteó en una columna escrita para el portal "Iskra".

"Novak no tiene nada que ver con el contenido de la película mencionada, pero el procedimiento de disciplina es el mismo. Le pegas al personaje principal y es más efectivo que todas esas horribles imágenes de abuso de los ciudadanos de Melbourne que no usaban máscaras en la calle. Nueva forma de historia vieja", consideró.

El número uno del tenis mundial permanecerá hasta el lunes retenido en un hotel de Melbourne, a la espera de una resolución judicial para poder ingresar a Australia, luego de apelar la cancelación de su visa por no estar inoculado.

Djokovic, de conocida posición contraria a la vacuna, viajó a Melbourne para disputar el Abierto de Australia a partir del 17 de enero tras conseguir una "exención médica" por parte de las autoridades oceánicas.

Sin embargo, al aterrizar el miércoles en la ciudad del estado de Victoria, el serbio quedó retenido por el personal de Migraciones del Aeropuerto Internacional Tullamarine debido a un problema con su visado.

Agentes de la Fuerza Fronteriza de Australia (ABF) lo escoltaron hasta una oficina de la estación aérea, donde el tenista fue interrogado durante horas sin acceso a su teléfono celular, según denunciaron desde su entorno.

El incidente se convirtió en un escándalo diplomático cuando el presidente serbio Aleksandar Vucic acusó a las autoridades australianas de "maltrato" y de ejercer una "caza política".

El primer ministro australiano Scott Morrison aclaró que Djokovic no aportó evidencia de tener la vacunación completa ni justificación para estar eximido de ella. "Las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras. Nadie está por encima de las reglas", advirtió.

Desde el jueves, grupos de aficionados se congregan en el Park Hotel de Melbourne para pedir la liberación del tenista. El establecimiento, usado como centro de cuarentena durante el año pasado, también alberga detenidos que fueron trasladados desde las islas de Manus y Naur.

Djokovic, de 34 años, acudió a Australia después de anunciar que había conseguido un permiso sanitario para jugar el Abierto en busca de su décimo título y de batir el récord de 20 Grand Slams que ahora comparte con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.

En el pasado, el número 1 del ranking ATP hizo pública su oposición a la vacuna contra el coronavirus y se negó repetidamente a confirmar si se había inoculado por considerarlo un acto de reserva personal.

El Abierto de Australia exige que todos sus participantes deben estar vacunados o disponer de una exención otorgada por dos comités de expertos independientes.

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