1) Cristina Peri Rossi, que siempre jugará para Uruguay, lo soltó en "Banderas", certificando que los ojos ven pero sobre todo hablan: "Muchas familias no pueden contener el llanto, las cejas crispadas".

2) Idea Vilariño, que siempre jugará para Uruguay, lo poetizó en "Yo quisiera", en siete palabras que son una tesis de que los ojos parpadean pero sobre todo cuentan: “Yo quisiera llorando / decírtelo / mostrarte / decirte destrucción".

3) Ida Vitale, que siempre jugará para Uruguay, lo atrapó en un solo y hermoso verso de "Una lluvia de un día puede no acabar nunca" que evidencia que los ojos enfocan pero sobre todo tiemblan: "También mi sola lágrima tan salida de madre". 

4) Raúl Castro y Jaime Roos, que siempre jugarán para Uruguay, lo volvieron voz en una chispa de "Don Carlos" que trasluce que los ojos juegan muchos juegos, pero, en especial, al fútbol: "Goleador de los descuentos, lágrima de la pesada".

5) Eduardo Galeano, que siempre jugará para Uruguay, lo erigió en belleza en "El libro de los abrazos", que testimonia que los ojos a veces se empañan pero igual iluminan: "Lloraban sentados, a la orilla de su agonía. Un testigo, venido de otros mundos, preguntó:-¿por qué lloran delante de ella, si todavía está viva? Y contestaron los que lloraban: Para que sepa que la queremos mucho”.

6) Mario Benedetti, que siempre jugará para Uruguay, lo elevó a lo máximo en "Hombre preso mira a su hijo", que comprueba que los ojos son socios del dolor pero más socios de la dignidad: "Llora nomás, botija/ son macanas que los hombres no lloran/ aquí lloramos todos/ porque es mejor llorar que traicionar/ porque es mejor llorar que traicionarse/llorá pero no olvides".

7) Y Luis Suárez, heredero de todos los ojos, de todas las palabras y de todos los llantos, lo hizo: lloró. Lloró ante el mundo y el Mundial cuando al más equipo de sus equipos se le acabó un sueño. "Aquí lloramos todos" le hubiera dicho Benedetti y seguro se lo hubieran dicho, además, Peri Rossi, Vilariño, Vitale, Castro, Roos, Galeano y tantas y tantos a Luis Suárez, que, por cierto, siempre jugará para Uruguay.